La plana mayor de Samsung no está contenta, porque ni en el peor de sus estimaciones habrían pensado lo mal que le ha ido en las ventas al Samsung Galaxy S25 Edge, un teléfono que no ha podido sorprender ni por su delgadez, ni por sus finos perfiles de titanio.
Lo cierto es que el último gama alta de la marca coreana ha tenido una salida muy escueta en el mercado, lo que ya está arrastrando importantes consecuencias.
Como primera medida, Samsung está reajustando sus planes de fabricación. Debido a que el Galaxy S25 Edge tuvo un rendimiento inferior, Samsung ha reducido el número de unidades Edge que inicialmente planeaba producir este mes. «Considerablemente rebajado», para ser más precisos, aunque no se revelaron cifras exactas de producción.
Informes comerciales indican que los teléfonos nuevos suelen tener una ventana de unos tres meses para solidificar las ventas, pero el Galaxy S25 Edge empezó a mostrar signos claros de bajas ventas mucho antes.

Lo más preocupante son los planes a largo plazo para Samsung después de esto, ya que supuestamente, se estaba considerando reemplazar el modelo Galaxy S Plus con el Galaxy Edge. El S Plus no se vende tan bien como los modelos base y Ultra, y Samsung creía que el Edge podría ser un buen reemplazo.
Sin embargo, las cifras bajas de venta del modelo Edge, estarían echando por la borda esa posibilidad, pensando en la familia del Galaxy S26 para el próximo año en lo inmediato.
¿Posibles hipótesis para el fracaso en ventas del Samsung Galaxy S25 Edge?: algunos creen que se debe a que la mayoría de la gente no estaba dispuesta a sacrificar la capacidad de la batería por un diseño ultradelgado, incluso si el teléfono es hermoso y emplea materiales exóticos como el titanio.